Luz Ramírez, presidenta de la Fundación «Mamitas del Plomo» que defiende los derechos de los niños contaminados por metales pesados, llegó hasta el Hotel Antay -donde sesionaba la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado- para exponer la grave problemática.
“Queremos hacer conciencia de que los residuos peligrosos deben ser tratados en el país que los genera y necesitamos que Chile cierre sus fronteras a estos materiales, para que nunca más puedan traerlos al país, como lo que sucedió con Boliden que trajo estos residuos tóxicos a Arica y hasta el día de hoy tenemos las consecuencias de esta situación”, recalcó.
La dirigenta agregó que son 40 años que llevan con este daño transgeneracional que ha sido un verdadero crimen de la humanidad y que las autoridades debieran colocar especial énfasis al artículo 8, la letra B de la ley 20.920, porque afirmó que “este punto está permitiendo que Chile pueda importar y exportar residuos, permitiendo que otra vez estos tóxicos lleguen a hacer daño a las comunidades”.
Comentó que en la actualidad se encuentran en un proceso legal con el Estado de Chile, solicitando además una modificación de ley en favor de los niños afectados por estos residuos tóxicos, como también sus madres y abuelas. “No queremos que esto vuelva a pasar ni en Arica, ni en Calama, ni en Antofagasta, ni en ninguna otra ciudad de nuestro país y el mundo”.
El presidente de la Comisión, el senador José Miguel Insulza dijo que se trata de un tema que efectivamente está en discusión en el Congreso, en la Comisión de Medio Ambiente que regula la importación y exportación de residuos peligrosos, porque el gran problema es el convenio de Basilea al cual está sometido el país.
El senador José Durana destacó la intervención de la representante de las “Mamitas del Plomo” afirmando que su testimonio y el de todas las personas que conforman esta organización son fundamentales para entender lo que significó la internación de los residuos tóxicos a Arica, trayéndoles nefastas consecuencias.
