Un verdadero calvario es el que vive la ariqueña Rita Vega Moya, quien en agosto del año 2024 sufrió el robo de su vehículo y luego de una intensa búsqueda y gracias al GPS descubrió que este fue llevado hasta Tacna en Perú, hasta donde acudió a presentar la denuncia formal ante los organismos pertinentes, con todos los bemoles que ello significa y transcurrido 8 meses de múltiples gestiones, se han negado sistemáticamente a su devolución.
Desde entonces, ha golpeado diversas puertas en las policías y consulados respectivos en Tacna y en Arica y en septiembre de 2024, la Unidad de Cooperación Judicial Internacional y de Extradición de la República del Perú envió a Chile una solicitud de cooperación judicial internacional para informar sobre esta materia, pero hasta ahora, la afectada no ha tenido solución y menos una respuesta.
En este mismo contexto, están detenidos en la vecina ciudad peruana los autores del delito y como la mencionada solicitud de cooperación internacional no ha tenido contestación, la víctima del delito no puede recuperar su auto y además, está en riesgo que los imputados por esta causa en el Perú sean liberados, generando una situación de impunidad respecto de este delito cometido en Arica.
Ya cansada de ir a un lado y otro y en atención a los hechos denunciados y los antecedentes del caso, la señora Rita acudió hasta donde el senador José Miguel Durana, quien ofició a la Cancillería chilena en el mes de marzo, con la finalidad de solicitar que resuelvan el caso de esta ariqueña, sin embargo, el Ministerio de Relaciones Exteriores (Minrel) no ha dado respuesta al parlamentario y menos aún, a la víctima.
Por lo mismo, el legislador solicitó, en hora de incidentes, a la Mesa del Senado que se oficie al Minrel, a la directora general consular y al Fiscal Nacional del Ministerio Público para que se acredite la denuncia realizada, en Chile, con todos los documentos pertinentes y de esta forma, la señora Vega Moya recupere de una vez por todas su vehículo.
“Lamento que tantos chilenos que sufren del mismo delito no tengan eco en sus autoridades gubernamentales y en este caso, en el Consulado de Chile en Tacna y menos en la Cancillería. Lo peor es que más allá del problema delictual del vehículo que fue sustraído en Arica, hoy día Perú lo tiene bajo infracción aduanera. Me parece el colmo que una víctima de la delincuencia deba tocar tantas puertas y más encima pagar impuestos”, recalcó el parlamentario.
Al mismo tiempo, Durana está solicitando al Ministerio Público que se establezcan los mecanismos necesarios para permitir la devolución expedita por parte de las autoridades peruanas, además de otros vehículos robados en Arica y que son conducidos a la vecina ciudad del Perú por parte de bandas criminales.
El senador Durana también criticó que la figura del delegado del Ministerio de Relaciones Exteriores de la macrozona norte no sea ubicable en Arica para la ciudadanía, como sucedía en antaño, “ya que su presencia o conexión, al menos permitiría una colaboración local en los perjuicios que sufren los chilenos por este tipo de hechos”.
Lamentó que lo que afecta a Arica en diversos temas y ámbitos no es tema para la Cancillería de Chile. “No ha sido tema Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos, no ha sido tema el convenio trucho que se hizo entre la ministra del Interior con el Ministerio de Bolivia para la reconducción. Nunca se han preocupado de lo que significa el Tratado de 1904 en función de la expedita que tiene que estar la Ruta 11-CH, que además tanto dolor de cabeza genera a nuestra región”.
Finalmente, dijo que la vulnerabilidad a la que está expuesta Arica y la región, frente a todo este tipo de situaciones, genera una oportunidad al crimen organizado, al contrabando —con la mosca de la fruta incluida— y al ingreso irregular de migrantes, entre tantas otras vicisitudes en donde no hay solución, menos empatía a los problemas cotidianos derivados por todos estos males.“Es una falta de respeto que el Ministerio de Relaciones Exteriores, que la Dirección de Frontera y Límites, no responda a ninguna de las acciones que uno realiza como senador, representante de una región extrema, afligida, producto de la delincuencia, producto obviamente de cargar costos de tratados internacionales”, concluyó Durana Semir.